El Sol (del latín sol, solis, a su vez de la raíz proto-indoeuropea sauel) es una estrella del tipo espectral G2 que se encuentra en el centro del Sistema Solar y constituye la mayor fuente de energía electromagnética de este sistema planetario. La Tierra y otros cuerpos (incluidos otros planetas, asteroides, meteoroides, cometas y polvo) orbitan alrededor del Sol. Por sí solo, representa alrededor del 98,6 por ciento de la masa del Sistema Solar. La distancia media del Sol a la Tierra es de aproximadamente 149.600.000 kilómetros, o 92.960.000 millas, y su luz recorre esta distancia en 8 minutos y 30 segundos. La energía del Sol, en forma de luz solar, sustenta a casi todas las formas de vida en la Tierra a través de la fotosíntesis, y determina el clima de la Tierra y la meteorología.
Es la
estrella del sistema planetario en el que se encuentra la Tierra; por tanto, es
el astro con mayor brillo aparente. Su visibilidad en el cielo local determina,
respectivamente, el día y la noche en diferentes regiones de diferentes
planetas. En la Tierra, la energía radiada por el Sol es aprovechada por los
seres fotosintéticos, que constituyen la base de la cadena trófica, siendo así
la principal fuente de energía de la vida. También aporta la energía que
mantiene en funcionamiento los procesos climáticos. El Sol es una estrella que
se encuentra en la fase denominada secuencia principal, con un tipo espectral
G2, que se formó entre 4.567,90 y 4.570,10 millones de años y permanecerá en la
secuencia principal aproximadamente 5000 millones de años más. El Sol, junto
con todos los cuerpos celestes que orbitan a su alrededor, incluida la Tierra,
forman el Sistema Solar.